Un tatuaje que se trabaja sobre la piel como si de un lienzo se tratase, imitando técnicas que se utilizan en la pintura, la ilustración, se le suele denominar tatuaje artístico. Una obra de arte que a diferencia de las pinturas que se exponen en galerías, éstas se  desplazan donde quiera que una vaya, sobre el cuerpo…

Pero no sólo el tatuaje puede llegar a ser artístico. En muchas ocasiones el o la modelo nos aporta mucho más que sus experiencias y sentimientos. Ya publicamos hace poco un post sobre la fotografía y el tatuaje, todas ellas trabajadas en gama de grises, y en esta ocasión el tatuaje merece verse en todo su esplendor. La belleza plástica que contiene, no sólo el tatuaje sino la modelo nos hace trabajar todo un conjunto, tattoo y figura, una cosa no puede ir aislada de la otra. No estamos hablando de una fotografía de archivo ni únicamente testimonial de como ha quedado el tatuaje. Hay circunstancias en la que el trabajo realizado invita a trabajar con el cliente, sea hombre o mujer. Pasa entonces de ser cliente a modelo. Es el momento de disfrutar de la belleza del tatuaje sobre este nuevo lienzo, la piel.

Modelo con tatuaje

Modelo con tatuaje