«Es normal que el tatuaje esté aún así de rojo…? Con ninguno me duró tanto…» Esta es una pregunta habitual cuando se termina un tatuaje o incluso pasado un par de días. Sobre todo si se ha realizado un trabajo con una amplia gama de grises. Para trabajar grises muy claros la tinta se disuelve bastante llegando a quedar casi transparente. Este es el motivo de que se aprecie el enrojecimiento de la piel; pero una vez curado, el tono gris queda perfectamente fijado en la piel.
Como siempre comentamos, cada piel es un mundo y algunas personas curan antes y mejor que otras. Es como a quien le cicatrizan las heridas rápidamente y en cambio a otros tardan más en curar e incluso pueden terminar en infección.
En el caso del enrojecimiento en la piel ocurre lo mismo. Ha personas que el enrojecimiento se le pasa en cuestión de horas mientras que a otros puede llegar incluso a tardar una semana en estabilizarse.
Mostramos a continuación un tatuaje de un simpático tigre realizado en la zona superior del tobillo en tono de grises.
Esta cliente se realizó varios tatuajes anteriormente y de gran tamaño. Ninguno de ellos le ocasionó nunca nada extraño durante el proceso de curación. Pero en cambio este tatuaje, siendo de un tamaño muchísimo inferior a los anteriores, le terminó preocupando, precisamente por este mismo motivo, por el enrojecimiento de la piel.
Pasado unos días el enrojecimiento desapareció y los tonos de grises se equilibraron según lo previsto, como se muestra en la imagen superior. Al pié de este artículo puede verse otro ejemplo, en este caso tatuado sobre un injerto de piel, por lo que la piel es aún más sensible y puede incluso apreciarse las cicatrices irritadas y una vez curado ya no se aprecia.
Pues lo dicho, no os preocupéis, siempre que el trabajo esté bien realizado y no haya trabajado de forma agresiva el tatuador sobre vuestra piel, el enrojecimiento en la piel desaparecerá y terminaréis luciendo un precioso tatuaje!!