Los tatuajes pequeños o minitattoos en muchísimas ocasiones llevan detrás historias de vivencias muy profundas, y el caso de Cristina es una de ellas.
Como ella misma narra más adelante, vino a nuestro estudio por vez primera a que le arreglase un tatuaje que estaba bastante deteriorado y a añadirle algunos pequeños y a la vez «grandes» detalles. Empezamos a hablar y poco a poco a exteriorizar sus sentimientos hasta plasmar lo que ella deseaba. Mientras la tatuaba charlamos muy a gusto y me contaba cosas, muchas historias bonitas y otras dolorosas. Al poco tiempo volvió para hacerse un segundo tatuaje, y en una tercera ocasión acompañando a un buen amigo llegado del Norte de España, para tatuarse con nosotros aconsejado por ella. Ya, en la última visita que nos hizo, tras contarme uno a uno el significado de cada uno de los tatuajes, le pedí el favor de que ella misma me lo escribiese de puño y letra, y así ha hecho.
Gracias Cristina!! Ha sido un placer conocerte, y ya sabes donde estamos… si no para tatuarte para tomarnos al menos un tinto de verano!!! 🙂
«Cuando me hice mi primer tatuaje allá por el 2002 no pensé que acabaría siendo una forma de explicarme a mi misma, pasos que tenia que ir dando en mi vida, experiencias y personitas importantes. .. todo lo que he dibujado en mi cuerpo ha sido por una razón. … y Manuel les dio forma y los convirtió en lo que veis, para mi…. arte.
El primer tatuaje que me hice fue una estrella en la cadera derecha, solo una estrella, que simbolizaba una luz entre tanta oscuridad que había en aquel momento en mi vida, cuando me puse en manos de Manuel la estrella ya estaba deformada después de cambios corporales en los embarazos y le dio forma, la puso a volar dándole alas con esas colas que veis a modo «estrella fugaz» entrelazando las iniciales de mis dos hijos con connotaciones musicales, porque ellos son mi música y alegría cada día.
«Ahora», esa palabra que tan fácil decimos y que es tan difícil de aplicar en nuestra vida diaria, trabajo, estrés, ocupaciones, obligaciones. .. os suena ¿verdad? … pues después de un gran momento que viví, único e importante para mi…. disfruté tanto de ese «ahora», que no lo pensé y lo puse en mi pie derecho para que me recordara en cada paso que hay que vivir más el presente y dejar el futuro para cuando llegue su ahora. Y le acompaña el dibujo de una libélula. ¿Por qué una libélula? Porque a mi hija le resultaba difícil pronunciar esa palabra y cada vez que lo decía a su manera, me hacía reír. Momento felizzzzzzzzz. …:)
Muy impresionada por los tatuajes típicos de los maoríes destaca un anzuelo en forma de espiral, símbolo para ellos que llevaba la vida a sus hogares, me inspiró «pescar» un poco de ese gran recuerdo de mi estancia allí, de conocer a una persona muy especial que para siempre estará en mi piel conmigo y la cual siempre me ha querido y valorado por quien soy…, quiérete «Aroha Koe «… Te quiero, lección de amor al todo empezando por uno mismo … Junto con mi pequeña tortuga que navega cerca de mi corazón, que me deja salir a flote cuando la vida te empuja hacia abajo.
Si a eso le sumas, que de alguna forma también, abren la puerta a la energía infantil y a la imaginación por la similitud de sus alas a las hadas como «Campanilla», que nos evocan a los cuentos, recuerdan que la vida tiene que ser divertida y alegre y te ayudan a echar fuera las malas actitudes, por lo que el significado es más completo.
La libélula en según qué cultura cobra distintos significados, quizá el más llamativo es que en Japón están considerados como esos «bichos» que como no tienen articulación en el cuello, solo pueden mirar hacia adelante y dejar el pasado atrás sin retorno, por lo que te lleva a la esperanza de que lo mejor está por venir.
Hace ya unos años, mi «Olivita amor» no sabía decir la palabra Libélula…. Decía Belibula , casi más complicado ¿no creeis? Pero era tierno y esa infancia, inocencia, media lengua ha dado paso a una personita con tanta vida y tanto por contar!
La Belibula está en cada paso que doy, (por eso hay otra en mi pie derecho), en cada etapa que cumplo, en cada objetivo que tengo … Tenía que ser una Belibula cerca del corazón y del pecho donde se une con mi alma, aunque el proceso haya costado hasta plasmarlo, dejándo más al descubierto que los cambios no son fáciles, pero que hay que seguir bailando con el viento.»Gracias @acris.g.r. por compartir esta bella historia 😍😍😍
Gracias Manuel por todos estos momentos y regalos, por entenderme y hacerlo todo tan fácil… eres un pedazo de profesional».