El tatuaje reparador con fines estético se puede aplicar, como hemos hablados en otros artículos, tras mastectomías, pero también tras intervenciones quirúrgicas tras una reducción o aumento de mamas, en las que puede quedar afectada la areola y el pezón.
Este caso que nos ha llegado es el resultado de una reducción de mamas, en la que claramente quedan despigmentadas amplias zonas de la areola y la desaparición prácticamente total del pezón como puede verse en la imagen inferior.
Nuestra cliente, M., de 27 años de edad, con toda una vida por delante, llevaba 8 años incómoda consigo misma, desde que pasó por quirófano, por tener que verse frente al espejo, o por tener que dar explicaciones a la gente en vestuarios u otras situaciones.
M. hoy ha tomado la decisión de pasar por nuestro estudio y ponerse en nuestras manos para que le realicemos el tatuaje reparador, con miedo y respeto pero con mucha ilusión. La misma ilusión y emoción con la que hoy mismo ha vuelto a mirarse frente al espejo tras la intervención y ha podido verse por fin, tras esos ocho años de espera, unos nuevos pechos.
No ha podido evitar al mirarse frente al espejo, romper a llorar… Y eso para nosotros es una gran satisfacción, y no me cansaré de decirlo; es muy gratificante tras realizar estos tatuajes reconstructivos, poder compartir con ellos esos instantes de emoción al ver los resultados y su nuevo aspecto.
