Ya hemos hablado en post anteriores sobre el tatuaje reconstructivo y los motivos que empujan a distintas personas a tomar la decisión de emplear el tatuaje como opción para ocultar o disimular cicatrices u otras marcas que han quedado en la piel por diversas circunstancias, bien sean por operaciones, quemaduras, partos, o cualquier otro motivo que dejan huellas no deseadas en la piel.
En este caso Borja tiene una cicatriz desde hace años en la zona del abdomen. Y fue él mismo quien nos propuso el tatuaje que quería sobre su cicatriz… una cremallera.
Pero su objetivo en este caso no era ocultarla de forma definitiva, sino «jugar» con ella, y en cierto modo darle más «vidilla»… porque el tattoo que dibujaba la cremallera dejaba al descubierto parte de la cicatriz y quiso destacarla aún más con un efecto de sangre como si se tratase de una herida reciente…
Aquí tenéis el resultado de este curioso tatuaje.
