Suelo pedirles a mis clientes, cuando el tatuaje lleva detrás una historia, que me la escriban ellos mismos, pero en este caso no me dio lugar a pedírselo a Cheikhna porque no hablaba mi idioma ni yo el suyo… Solo se que estaba feliz mientras se lo hacía, por su mirada, su sonrisa, por los cariños que le hacía llegar a su amiga Silvia. Se fue del estudio junto a ella con una gran sonrisa y dándome las gracias en español, con mucho esfuerzo pero desde el corazón.
Por eso mismo imaginaba que ese tatuaje era algo más que una simple silueta de África junto el nombre de su madre, Aida.
Hoy he encontrado publicada en su página de Facebook la fotografía del tatuaje que subí en nuestro álbum de fotos junto a una palabras escritas en francés. He pedido a mi hija que me lo tradujese pues estaba escrito en francés.
Tengo que subir sus palabras, son duras y a la vez muy bellas.
Juzguen ustedes mismos…
«Mi África no es la guerra, no es la hambruna del oro y el diamante de uranio, hay muchos en las minas. Mi África no es la muerte, es la miseria, mira a tu alrededor, es el sol y luego el mar. Si no estas orgulloso de tus raíces, es que vives en la mentira… soy africano y orgulloso de serlo»