Los tatuadores solemos estar cambiando de máquinas en función del diseño y en algunas ocasiones nos encontramos con problemas de espacio en la mesa de trabajo.
Guillermo ha trabajado con una idea original para optimizar espacio. Un soporte para máquinas a medio camino entre la funcionalidad y el arte.
Para comenzar con su proyecto se inspiró en un escultor del arte contemporáneo, Chillida, escultor vasco conocido por sus trabajos en hierro y en hormigón, destacado continuador de la tradición que ya marcó Julio González, escultor catalán nacido en 1876 que pasó gran parte de su vida en Paría, y de Pablo Picasso, polifacético artista malagueño. Le sirvió de inspiración para plantear su obra, mezclando lo figurativo con lo abstracto. Para ello trabajó con un material noble como es la madera, a la cual le ensamblaría unas terminaciones realizándolas con un material diferente, la forja.
Como se suele hacer en el mercado laboral, hay que estudiar unos objetivos, buscar y satisfacer necesidades, y esto mismo es lo que se planteó Guillermo en esta obra. Hay ciertos accesorios difíciles de conseguir o de alto costo, o sencillamente no cumplen las necesidades. Estudiando con mucha calma obras de Chillida, una de ellas le sugirió unos tentáculos de pulpo. En estos tentáculos basó su idea, terminaciones las cuales servirían como soporte para nuestras maquinas de tatuar. Decidió combinar la técnica de la forja y de la madera haciendo un atractivo y original conjunto, pero sobre todo una pieza hecha a medida de nuestras necesidades.
El punto de partida para este proyecto es partir de una máquina genérica, ya que en el mercado se dispone de cientos de modelos. A continuación podemos ver las diferentes máquinas que se dispuso para el correspondiente estudio de cogida y sujeción de las máquinas.
Pero todas estas máquinas tienen puntos en común, el grip con la aguja y la bobina que le da forma de pistola.
En primer lugar se realizó una búsqueda de soportes para máquinas de tatuar existentes en el mercado en catálogos y páginas especializadas en Internet.
Tras evaluar los soportes que se venden en el mercado, éstos carecían de estética y generalmente suelen ser para colocar una sola máquina. En un estudio de tatuaje se suele trabajar con dos e incluso tres máquinas en un mismo trabajo, por lo que es necesario un soporte adecuado para ir dejando una máquina y cambiar por otra.
La idea era fabricar un soporte que permita tener las máquinas organizadas y ayudar de esta manera a mantener el estudio limpio e higiénico, mediante una idea que combinara funcionalidad y diseño.
La figura definitivamente sería un PULPO. La base principal, el cuerpo del pulpo, se tallaría en madera y los 8 tentáculos en forja, de los cuales cuatro servirán de punto de fijación a la mesa de trabajo y los cuatro restantes de soporte para las máquinas de tatuar.
Comenzó abocetando la idea como se muestra en estos bocetos
Una vez realizados los bocetos procedió a realizar unas maquetas en plastilina para el estudio de las formas.
Fases de ejecución del proyecto.-
Para comenzar con la realización del proyecto optó por comprar 3 piezas de caoba africana para conseguir el volumen necesario para ello.
Una vez seleccionada la madera dibujó las vistas sobre la madera a escala 3:1 partiendo del previo boceto en plastilina.
Una vez bien fijada dió comienzo con la talla dándole la forma deseada. Una vez tanteado el pulpo procedió a darle texturas, dejando la mitad de arriba totalmente pulido para conseguir sensación de brillo, simulando estar mojado, mientras que en la parte inferior metió texturas a la parte de las raíces de los tentáculos con un cañón de tamaño muy chico.
Para los tentáculos, eligió una vara de metal de 15×15 para que fuese resistente al peso y al tiempo.
Una vez cortadas procedió a doblarlas metiéndolas en la fragua y doblándolas a su gusto. Una vez dada la forma a todos los tentáculos, fabricó sus propios métodos para ensamblarla al pulpo con la madera.
En las siguientes imágenes puede verse a Guillermo en la fragua y en el proceso de ajuste y pruebas.
Hoy ya hemos podido probar el soporte en nuestro estudio y aunque queden pequeños ajustes de fijación, no hemos podido evitar probarlo.
Tal como comentaba al principio de este post, un soporte para máquinas FUNCIONAL convertida en una OBRA DE ARTE, original y única en el mercado.
Chapó Guillermo!!!