Son muchas las personas que cuando llegan al estudio nos preguntan en qué zonas del cuerpo se deteriora menos un tatuaje con el paso del tiempo, o si se deformará el tatuaje en determinada zona cuando sea mayor… Solemos contestar lo que la experiencia nos dice en algunos casos y en otra la intuición, pero está claro que lo más sensato es consultar con un profesional de la plástica y estética.

Por este motivo desde Twotattoo nos pusimos en contacto con un profesional, el Dr D. José Alberto Fernández Álvarez, Cirujano Plástico, Estético y Reparador, y que agradezco desde aquí enormemente que haya dedicado parte de su valioso tiempo en escribir estas lineas e informarnos qué zonas del cuerpo pueden sufrir más por el paso del tiempo y por lo tanto afectar más al tatuaje. 

Aquí dejo íntegramente sus palabras. De nuevo, muchísimas gracias por su colaboración.

Envejecimiento de la piel y los tatuajes

Independientemente de la cultura o la época, belleza y piel están estrechamente relacionadas. La decoración del cuerpo ha sido una práctica constante a lo largo de la historia del hombre. En nuestros días los tatuajes son un reflejo de este arte milenario de la decoración corporal.

Reducir o camuflar los efectos del envejecimiento es una preocupación creciente en nuestros días. Conservar un aspecto joven es sinónimo de belleza, siendo la medicina y cirugía estética la principal herramienta con la que conseguir este objetivo. Los efectos del envejecimiento en la piel también condicionan el aspecto de los tatuajes, y su deterioro con el paso de los años supone una inquietud importante para aquellos que deciden tatuarse.

Qué zonas del cuerpo sufren más los efectos del paso del tiempo, o qué efectos tendrá el envejecimiento sobre los tatuajes son preguntas de difícil respuesta que se plantean los amantes del tattoo.

Para intentar aclarar este tema hay que partir de la base de que el envejecimiento es un proceso complejo, determinado por factores genéticos individuales así como por factores ambientales. En definitiva, no todos envejecemos igual.

No podemos cambiar nuestros genes y nuestra predisposición individual; sin embargo es importante conocer qué factores y agresiones ambientales son los más determinantes para el envejecimiento cutáneo, y cómo combatirlos.

Entre estos factores, hay uno que brilla por encima del resto: el Sol. La exposición excesiva a las radiaciones ultravioletas es la principal causa de envejecimiento cutáneo prematuro, y por tanto aquellas zonas del cuerpo más expuestas, “o que nosotros expongamos”, a los efectos nocivos de la radiación solar sufrirán un envejecimiento más acelerado. De esta manera, los cambios y deterioro de un tatuaje expuesto al sol serán más evidentes. Manos, escote o cara son ejemplos de las zonas del cuerpo que más sufren los efectos del sol. La fotoprotección mediante cremas y protectores solares, y evitar la exposición excesiva a las radiaciones solares son la mejor forma de prevención.

La pérdida de turgencia y elasticidad de la piel como consecuencia de la disminución de volumen y adelgazamiento de la dermis (capas profundas de la piel) es otro de los efectos evidentes del envejecimiento, responsable de la aparición de arrugas y laxitud cutánea que alteraría el aspecto original de los tatuajes. Esta flacidez de la piel propia del envejecimiento se acentúa con los cambios de volumen y en las ganancias o pérdidas de peso importantes. Por lo tanto zonas como el abdomen y las mamas en el caso de la mujer, sobretodo en multíparas, son un claro ejemplo de otras zonas dónde los tatuajes sufrirán más los efectos del paso del tiempo.

También los cambios de volumen por pérdida o ganancias exageradas de masa muscular pueden determinar una mayor laxitud cutánea con deterioro en el aspecto de los tatuajes, siendo los brazos o la zona pectoral algunas de las zonas afectadas con mayor frecuencia en los hombres. No obstante todos somos conscientes que las zonas del cuerpo dónde tendemos a ganar más volumen varían de un individuo a otro: nalgas, muslos caderas… áreas corporales dónde la piel está expuesta a mayores cambios de volumen y cuya pérdida de elasticidad se puede ver reflejada en los tatuajes. Llevar un estilo de vida saludable con un peso corporal adecuado y evitando variaciones ponderales importantes es otra estrategia fundamental para combatir el envejecimiento cutáneo.

En resumen, siendo conscientes de la variabilidad individual, y aunque no es posible generalizar aquellas zonas del cuerpo dónde los tatuajes se deteriorarán más con los años; conociendo qué factores son los qué más influyen en el envejecimiento de nuestra piel podemos prever los efectos nocivos del paso del tiempo sobre los tatuajes, y prevenirlos en la medida de lo posible.

José Alberto Fernández Álvarez

Cirujano Plástico, Estético y Reparador.