LA FIEBRE DEL TATUAJE
¿Arte, mensaje o accesorio fashion?
Interesante artículo sobre el tatuaje publicado en el especial del diario ABC «mujer hoy» este sábado 2 de agosto .
Cuatro páginas dedicadas al arte del tatuaje en el que habla sobre la transgresión del tatuaje que se ha convertido en CULTURA DE MASAS, como señal de INTIMIDAD compartida.
Comienza el artículo con el siguiente texto …»Es curioso que en un momento de la historia en que el arte parece ser más efímero que nunca, tanta gente quiera dejar constancia de la visión de un artista, el tatuador, impresa para siempre dentro de su piel«.
Efectivamente es otra forma de transmitir el arte. Personalmente he participado a lo largo de mis 30 años de trayectoria profesional en más de 40 exposiciones, colectivas e individuales, en las que he mostrado mis obras en distintos soportes y en variadas técnicas gráficas, fotografía, óleo, pastel, acuarelas, tintas, aerografía… obras que se mostraban año tras año en un espacio fijo,… en la galería de arte, en una sala de exposiciones.
Pero es cierto que en este caso, nuestras obras artísticas, el tattoo, nacen en el estudio, sobre una camilla, y no están hechos con pinceles sino con agujas. Y nuestras obras no se cuelgan en la pared, sino que se exhiben en el exterior, llamémosle que nuestros clientes son nuestra propia galería itinerante.
Hablo de obras artísticas porque vengo del mundo del arte, del grafísmo, por lo que al igual que el que ha estudiado medicina es médico, y el que finalizó arquitectura es arquitecto, si yo he estudiado Bellas Artes, soy ARTISTA (este puede ser, será y lo fue, un punto de discusión en un máster que realicé hace un par de años y en el que se planteaban mis compañeros, recién licenciados, que si éramos o no artistas… yo lo siento pero a esta altura me considero artista. Que el resto de compañeros piensen lo que quieran, Yo me lo llevo ganando a pulso un porrón de años…)
Y volviendo a los contenidos de este artículo, en uno de sus destacados dice » Hasta hace 50 años el tatuaje era un rito de paso para marineros y expresidiarios«. Este es el problema, que los padres de los chavales que quieren tatuarse han vivido esta etapa y tienen asociado este concepto, y creo que les costará olvidarse de ello. Ya se me ha dado el caso de un cliente, con 20 años, y no estamos hablando de los 18 años recién cumpliditos, que se ha levantado de la camilla, con el transfer ya puesto, porque en el último momento no tenía la conciencia tranquila y avisó a sus padres de que iba a hacerse un tattoo. La reacción de sus padres fue poner verde a su hijo, que si se tatuaba no volviera por casa y le retiraba la paga y con ello la posibilidad de terminar su carrera universitaria…. Poco a poco esta generación irá olvidándose de este concepto, tardará unos años más, e incluso algunos de ellos no llegarán jamás a asumirlo. Yo desde luego no he tenido más remedio que aceptarlo. Tatúo junto a mi hijo.
Bueno, tiro para la playita… ya seguiré hablando sobre este artículo porque tiene cosas muy interesantes y que dan mucho para comentar. 🙂