Salvador está hasta las narices de la fábula de la cigarra y la hormiga…
- Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
- La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.
- ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
- Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.
Que no tío, que la sociedad te come la cabeza a diario con que tienes que hartarte de currar en verano para no morirte en invierno… y eso NO PUEDE SER!!! Así no tiene sentido la vida… hay que plantearse algo distinto…
Pensaremos como solucionarlo amigo Salvador. Por cierto … esperamos tatuarte pronto la hormiga…