Cada tattoo tiene detrás su historia, y esta que vamos a relatar viene ya de varios años atrás, mientras ella estudiaba estética. Ocurrió lo normal entre compañeras de clase, a la hora de realizar prácticas se dijeron unas a otras «vamos a practicar con las máquinas de micropigmentación entre nosotras, si total, esto se va con el tiempo… «
Unas a otras se hicieron un dibujo, alguna con más «arte» y otras con menos… Por desgracia a mi cliente le tocó una de las alumnas que no dominaba precisamente el arte del dibujo… Le dibujó en su trasero una mariposa con un par de corazones…
Este tatuaje «temporal» jamás se le fue. Después de varios años por fin decidió cubrírselo… El «Cover up» es un término del inglés que significa algo así como cobertura/cubrir o tapar algo. Entre los profesionales del tatuaje, este término es utilizado a nivel mundial y hace referencia al tapado de un tatuaje antiguo por otro. Éste ha sido el caso de nuestra cliente.
Ella ya nos vino al estudio con una idea que tenía muchas ganas de hacérselo desde hace años, una calavera mexicana a color. El tatuaje realizado con la micro se encontraba localizado en su glúteo izquierdo.
Este caso no es el primero que nos ha llegado tras un tatuaje «temporal» realizado con la micropigmentación. Es cierto que un trabajo bien realizado en micro no debe profundizar más allá de la epidermis y por este motivo suele irse al poco tiempo. Pero si aprendiendo a utilizar las máquinas se profundiza hasta la dermis, es normal que este tatuaje perdure en el tiempo más de lo previsto. Lo que era una experiencia divertida entre estudiantes se convierte años después en una pesadilla…
No es el primer cover que hacemos sobre un trabajo de micropigmentación ni será el último… 🙂