PEZONES INVERTIDOS

 

Entre un  5-10% de las mujeres presentan un pezón invertido, esto es un pezón que está umbilicado y que con frecuencia no sale hacia fuera con el frío, roce o estimulación manual. Es importante diferenciar el pezón retraído secundario (procesos tumorales, inflamatorios, cirugías previas,…) del pezón invertido congénito, pues el tratamiento será diferente.

     Según la Doctora Teresa García, especialista en cirugía plástica y estética en la Clínica La Luz, Madrid, en el blog «Guía y novedades en cirugía«, comenta que el pezón es una estructura que está atravesada por 12-18 conductos galactóforos y fibras musculares lisas que conectan la glándula mamaria con la superficie de la areola y el pezón. El pezón invertido congénito es debido a que las estructuras que unen la glándula mamaria con el pezón son demasiado cortas, impidiendo la erección del pezón.
   Hay tres grados de pezón invertido, dependiendo de grado de acortamiento y afectación de los conductos, siendo en el grado III imposible de conseguir la exteriorización del pezón manualmente.
Se han descrito varias técnicas para corregir los pezones invertidos mediante la cirugía,  consistente en realizar algunas incisiones periféricas y cortar las adherencias que retraen el pezón, y posteriormente mediante puntos se everte.
Según publicación en la Voz de Galicia: «existe una alternativa mínimamente invasiva y realizable con anestesia local sin ingreso hospitalario una vez realizado el diagnóstico. Esta consiste en una serie de incisiones estratégicamente posicionadas para dividir el tejido responsable de la retracción del pezón, una vez liberado cuidadosamente el pezón se incluyen unas suturas que dan estabilidad a la nueva posición lograda durante el proceso curativo. La realización del procedimiento suele requerir 30 minutos. Lo habitual es que el resultado sea permanente y no se produzcan cicatrices visibles.
Pero si no se desea pasar por quirófano, a través del piercing hay posibilidades de que el pezón se pueda llegar a corregir con el tiempo. El Dr. José Alberto Fernández, especialista en cirugía plástica, nos comenta que la colocación de un piercing puede seccionar los conductos y trabéculas que traccionan el pezón, liberando la retracción y posibilitando la eversión del mismo. Además, el piercing aporta volumen en la cara posterior del pezón contribuyendo a que se mantenga evertido durante la cicatrización, lo que ayudaría a la persistencia y mayor durabilidad de los resultados.

En algunos casos a los 3 meses una vez quitado el piercing ya se mantiene el pezón fuera, como se comenta en algunos foros, pero cada caso seguramente variará.

 

 

Es por ello, que desde esta página animo a quien padezca de pezón invertido y haya tomado la decisión de colocarse un piercing, en nuestro estudio o en cualquier otro, que comparta con nosotros su experiencia durante y después de su colocación.  Con vuestros testimonios podéis ayudar a aquellas personas que estén indecisas o  que no tuviesen conocimiento de la existencia de esta opción aparte de la cirugía.

Nosotros nos comprometemos a daros toda la información posible que vayamos obteniendo de nuevos casos.  Gracias